Siempre supo que en el amor era un asco, las oportunidades que tenía siempre solía arruinarlas, pero había una persona que se mantenía a la espera de que algún día pudiesen mantener una relación amorosa. La posibilidad de que se termine enamorando de su mejor amigo era de un veinte por ciento; sin embargo sucedió. Y la posibilidad de que la gente homofóbica le hiciera daño era de un cinco por ciento, y ¡maldita mierda! Eso sin duda lo había acabado por completo. Ahora sólo era un muerto en vida, a la espera de reencontrarse con él.