A diferencia de lo que muchos piensan, la muerte no es el final para todo, al menos no es el final para el amor. Y eso es algo que el doctor Way puede dar por firmado, porque aunque la muerte le arrebató a su paciente favorito de los brazos, sabe que el amor es todo lo que hace falta para recuperarlo. Inspirado en la historia de Carl Tanzler y Elena Hoyos.