Mateo Rivera es el que se podría considerar el típico mujeriego... Pero no es así, simplemente no es bueno con las relaciones y él está bien con eso. Lo único que necesita es al fútbol, a sus amigos y a su mejor amiga, Isabella Lara.
Sin embargo, Mateo forma parte de una familia muy conservadora los cuales preocupados por su poca estabilidad amorosa, le piden... Exigen que se consiga a alguien buena, alguien que le dé estabilidad a su vida y de quien se pueda enamorar como nunca. Tanta es la insistencia de sus padres, que Mateo idea un ingenioso plan.
Una novia falsa.
¿Y la mejor opción? Su mejor amiga, aquella a la que le acaban de romper el corazón. A la cual, le desagrada el plan.
Pero al ser Mateo su mejor amigo, tiene que apoyarlo. Además, sólo iban a fingir para dejar a sus padres tranquilos, ¿qué podría salir mal?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.