Soy Emma y tengo 22 años. Vivo en Sierra de Grazalema-Andalucia (España), es un pueblo casi ubicado en las montañas, es hermoso a pesar de que es una zona muy lluviosa. Mi vida es dura desde que tengo memoria, mis padres trabajan día y noche para mantenernos a mis hermanos y a mi. Había terminado la Universidad cuando todo estaba empeorando en mi casa, los gastos cada vez aumentaban y yo no podía dejar solos a mis padres con mis hermanos, asi que decidí abandonar mi sueño de ser una gran fotógrafa y comenzar a trabajar. Fue un gran sacrificio, pero valía la pena hacerlo.
Los trabajos que buscaba, como de mesera, de cajera o hasta de limpieza no eran muy buenos y la paga era una vil miseria, hasta que una buena amiga de la universidad me recomendó trabajar en una de las más grandes y conocidas haciendas llamada Los Toros De Bella Vista. El trabajo consistía en que me encargaría de sus potros y vaya que si se ganaba bien, amo a los animales y la tierra, no me importaría ensuciarme con ellos.
Al inicio mis compañeros de trabajo tenían esa imagen de mi de que no lo soportaría y me iría al día siguiente, hasta que pasaron los once meses que se encariñado conmigo al igual que el patrón.
Todo estaba bien, hasta que llegó ese misterioso, malhumorado, egocéntrico, egoísta y frío hombre. Solo tenía que concentrarme en mi trabajo que era ocuparme de mis animales sin involucrarme en la vida de nadie y mucho menos la de él.