Ángeles, los seres encargados de protejer a los humanos de seres malignos y de los peligros del mundo, también custodian los sueños si estan a su alcance; demonios, entes encargados de atormentar a los humanos y llevarlos a la tentación.
En el mundo hay una lucha constante de entre dos seres, los ángeles guardianes luchan día tras día para cuidar de su protegido. Cada año, 3 humanos son elegidos para nacer siendo ángeles, pero crecerán como humanos, una vez que logren desarrollar sus poderes, pueden cuidar del mundo sin que nadie se enteré, lo humanos no deben saber de su existencia. Algo así pasa también con los demonios, ellos les brindan el poder a un humano, que aún no ha nacido, para que cuando crezca, se convierta en uno de ellos, pero no todos logran desarrollar sus poderes.
Este año algo cambio, huvo un error y depende de un chica tomar la decisión, de ella depende el bien o el mal en el mundo, según su decisión.
¿Será cierto lo que dicen las escrituras?
Samantha Rivera y María Victoria Arellano.
No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. María Victoria era dueña de si misma, Samantha era una chica insegura. Sus manos parecían ser hechas como piezas exactas para encajar una con otra, con los dedos entrelazados y mirando a la misma dirección.
Samantha era su pequeña.
Está historia no me pertenece, todos los derechos a su autor original.