Kyouka a veces duda si se merece a alguien como Atsushi, ella que ha asesinado, algo imperdonable ante los ojos de dios y la sociedad. E igual teme que algún día solo la abandone, se canse de ayudarla, ya no la proteja como lo ha hecho antes. . . Y deba regresar a la port mafia. Pero el amable chico tigre le hará ver lo contrario. En un día la poseedora de Yasha Shirayuki caerá en cama y Atsushi estará allí para ayudarla.