En las tierras del eterno invierno el frío es incesante, el sol sale poco y la sangre esta a la orden del día. Alan es un niño que por fatales razón termina viviendo con el desagradable Tío Ernet y su familia, quienes adoran humillar y agredirlo a su gusto. Un día Alan se encuentra en medio de una tormenta que casi acaba con su vida, de no ser por el mas humilde gesto de misericordia por parte de la criatura menos inesperada de todas. Una rarar niña de cabellos rojos como el carmesí y ojos amarillos como el oro, le da un misterioso abrigo que lo salva del frío intenso. Desde ese día Alan crea un lazo tan poderoso con esa criaturita, que nada, ni nadie podrá romper.