Los cambios a veces pueden parecer malos, sin embargo, con el paso del tiempo aprender a sacarles el mayor provecho y hacerlos buenos. Esa mañana ella iba decidida a hacer cambios en su vida, era el primer día de la universidad, y conocería gente nueva, gente que nunca había visto en su vida, con la que podría comenzar de nuevo. Esa mañana era el día. Nueva ropa, nuevo peinado, nueva ella. No tenía miedo de nada aquella chica, sentía que desde ese día su vida daría una vuelta de 360 grados para bien. Solo debía encontrar la manera correcta de entrar al salón para dar una buena impresión y empezar con el pie derecho.