Los sentimientos que Byungchan le había profesado hace semanas aún seguían presentes en su mente. No había necesitado de palabras para entenderle, solo bastó una tarde de sueño y un pequeño beso por parte del chico para poner su mundo de cabeza. Byungchan le había robado un beso dormido, no sabía que era peor. Que él no recordara nada de aquel día o que su reacción sólo haya sido quedarse de piedra.