Crush. Una palabra, algo que todos tenemos aunque a veces no lo digamos. Crush, esa persona en la cual pensamos todos los días porque sin razón aparente, nos acelera el corazón con solo escuchar su nombre. Venecia. Si conocieras una chica con ese nombre, probablemente recordarás la ciudad y creerías que una chica con tal afamado nombre debe de tener algo especial, sumamente hermosa, divertida, con un novio perfecto y una popularidad por los cielos. Pero este no es el caso, Venecia no tiene una vida de ensueño, no tiene nada de eso que las películas o libros idealizados presentan, ella es solo una chica . Una chica como todas que tiene eso que llaman "crush", ese chico misterioso del que ni siquiera sabe su nombre pero sorprendentemente atractivo que ve cada mañana al tomar el tren. Su vida es un ir y venir, siempre en la misma rutina. La gente tiene miedo a los cambios, Venecia tiene miedo que las cosas nunca cambien y como si sus deseos hubiesen sido escuchados su mundo se ve modificado cuando un día comienza a recibir extrañas tarjetas azules con un contenido aún más extraño. Solo una letra. Una letra que cambia cada día que pasa. ¿Realmente sabes de quién te estás enamorando? ¿Hasta que punto a Venecia le gustará ese cambio?