- ¿Que pasó por qué te detienes Manuel? -Me he quedado sin gasolina- le respondía a jason mientras se acercaba a mí en su motocicleta Dt 125. -¡Mierda! ¿y kelvin?. No sé él iba de primero, me había dejado botado hace medio kilómetro. Respondí. -Ese es el problema de salir con ustedes, ¿no piensas botar ese perol?-. Dijo jason mientras se bajaba de su motocicleta. -Cállate y dame gasolina, marica. A unos metros observe un aviso de transito que decía " Bienvenido a Lebrija". Aunque no era nuestro objetivo ya estábamos cerca de llegar a Bucaramanga. En donde nos esperaba mi hermano en su apartamento para pasar la noche y descansar. - Allá viene el marica ese- dijo jason al ver que se acercaba kelvin en su moto FZ-16 Yamaha. - ¿qué pasó pá? yo como un marica esperándolos-. Sí esa era la voz de kelvin, lo conocí en décimo grado cuando estudiábamos juntos, siempre hemos tenido problemas pero ya no tantos como en el colegio, su baja estatura y su tatuaje en el pecho con el nombre de su madre a primera vista lo hacía ver un poco desordenado, pero con el tiempo nos fuimos conociendo más y a pesar de todo era una persona muy divertida y seria dependiendo del momento. - Pues qué a Manuel se le olvido tanquear la moto- respondió jason antes de que yo hablara. -Listo prendan esas fieras y arranquemos pues- dije colocándome encima mi casco. Quince minutos nos tomó llegar a Bucaramanga y poder encontrar la casa de mi hermano en donde nos hospedaríamos por esa noche, ya que nuestro objetivo era estar en el Socorro un municipio hermoso del Santander.
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