Aya Kitou comenzó a escribir este diario, cuando sólo era una chiquilla de 15
años, que como muchas otras chicas de su edad, tenía sus amigas, ayudaba en
casa... y acababa de entrar en el instituto. Pero un día en una simple revisión
médica descubren que padecía una enfermedad que le iba a acompañar toda su
vida: la "degeneración espinocerebral"
Esta enfermedad aparece en la adolescencia y es incurable. Hace que el cuerpo
de la persona que la padece se vaya deteriorando poco a poco, la persona es
totalmente consciente de lo que ocurre a su alrededor, pero su cuerpo va
dejando de responder. Es más costoso andar, escribir, comer, hablar...
La enfermedad arrebató a Aya todo lo que tenía. Dejó de poder practicar
deporte, dejó de poder ir al instituto porque el uso de una silla de ruedas no le
permitía seguir una rutina, perdió a sus amigos, le fue más costoso escribir
hasta el punto de hacer una letra inteligible, se atragantaba mientras comía o
con solo tragar saliva, le fue imposible expresar lo que sentía, lo que quería
decir, y al final, dejó de poder hablar...
Pero lo más terrible es que ella era consciente de todo lo que le ocurría, de que
estaba limitada, que ya no iba a poder vivir como antes, que su familia sufría
mucho, pero ante todo ella era quien más estaba sufriendo...
A pesar de perderlo todo y su vida reducirse a un continuo y doloroso
sufrimiento, Aya siguió teniendo el apoyo de sus padres, sus 3 hermanos.
Este libro, es un recopilatorio del diario, que escribió Aya en recomendación
de su médico, desde el comienzo de su enfermedad sin ser consciente de ello,
hasta que la enfermedad la consumió hasta tal punto, que ya no pudo sujetar el
lápiz para seguir escribiendo