Las lágrimas corrían por mis mejillas y las piernas me temblaban; todos me miraban expectantes, esperando que su cabeza rodara por el el suelo.
"Hazlo" susurró haciendo que más lágrimas brotaran.
"No puedo" dije con voz afligida. No podía; ¿que haría yo sin el? El es parte de mi, si el se va yo me iría con el.
"¿Estas torturándolo o que? ¡Vamos, Jenna!" exclamó Ian.
"Si no lo haces los dos moriremos, Jenn, solo hazlo" volvió a susurrar.
Levante la espada y el cerro los ojos, al igual que yo; no podría soportar esto.
"Te amo"