Morgan tenia dos opciones: seguir caminando y casarse con el hombre que toda mujer sueña para vivir la vida que toda mujer sueña o tomar la dirección contraria y huir de ahí con un completo desconocido, sin rumbo, sin planes, sin reglas. Dos caminos y una mujer atrapada entre lo que debería ser y lo que quería ser, entre los secretos del pasado y las expectativas del presente. Morgan tenia solo dos opciones: cortar las cuerdas o ser siempre una marioneta.