Elizabeth Cooper, una chica de 18 años. Era castaña y tenía un mechón blanco junto en la mitad de su pelo liso, pero que siempre llevaba revuelto. Su tez era blanca y sus ojos color miel, donde te perdías en segundos sin darte cuenta. Simpática, ingeniosa y sociable, le encantaba estar con sus amigas, rodeada de gente, pero a veces tenía aquello bajones que le hacían desear estar sola. Le gustaba llevar accesorios, como pendientes, pulseras, collares, novios, etc, pero todo cambió aquella noche que ella decidió dar uno de sus paseos nocturnos por la ciudad y, metiéndose en un callejón sin salida, un hombre lobo la mordió, haciéndola parte de su manada. Resultó que aquel alfa era profesor de su instituto y ella fue una más en su manada, pero el alfa se cansó de su debilidad y la expulsó, condenándola a ser omega hasta que encontrara otra manada. Ahora se encontraba en el coche de sus padres, mudándose a un pueblo llamado Beacon Hills. (Sólo soy dueña de la historia de Elizabeth y de los villanos)