Enlazados

-¡Tú me dejaste, maldición! ¡Entiéndelo, Noah! -ella gritaba frenética, miles de lagrimas corrían por sus dulces mejillas, había llegado a su límite -¡Yo estaba dispuesta a dar todo por ti! ¿¡Y tú qué hiciste!? ¡Me dejaste por otra, fuiste tan cobarde para no decirme toda la verdad!

Las palabras que Sybil había dicho, todas eran tan amargamente ciertas, joder, mis ojos estaban cubiertos por una gruesa capa de agua salada, el nudo en mi garganta parecía hacerse más y más grande conforme pasaban los segundos.

-Sybil... Por favor, escucha -tragué saliva y di pasos cortos para acercarme a ella.

-No, ya me cansé, de escucharte decir que lo lamentas y esa mierda -quitó con coraje las lágrimas de sus mejillas -El daño ya está y estaba hecho, no puedes hacer nada.

Mi corazón empezó a bombear fuerte y golpear duro contra mi pecho, mis manos estaban sudando en frío y temblaban.

-No, Sybbie, p-podemos con esto, arreglarlo, seguir adelante -me estaba ahogando con mis propias palabras.

-Me rindo -suspiró fuerte y me dio la espalda, estaba diciendo lo que más me había temido -He luchado por ti durante mucho tiempo, pero ya no... Ya no lo haré ni intentaré.

Dijo tan segura aquellas palabras que me percaté de todo lo que hice mal con ella, pero ya era tarde, ella ya se había rendido e ido y yo no luché lo necesario...