Y entonces, poco a poco sentí como las lágrimas se escapaban de mis ojos y rodaban por mis mejillas. No podía pensar con claridad y me llene de dudas mientras los minutos pasaban ¿Que está ocurriendo? Me pregunté a mi misma constantemente, ignorando la respuesta que ya conocía, no quería aceptarlo, no podía y menos sin saber el ¿Por qué todo acababa? La verdad es que después de 5 meses sigo sin saber qué fue lo que ocurrió, sólo que ahora ya no me agobia tanto como en un comienzo, creo que conforme el reloj avanzó mi mente maduro y asimilo que no había nada que preguntarse y menos que lamentarse, porque cuando todo acaba, no lo entenderás, porque cuando todo acaba, dudarás, porque cuando todo acaba, seguirás.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.