-¿Dime quién mató a mi amiga? -Lo siento pero no tengo la autorización para darle esa información. -respondió el agente. -Era mi mejor amiga, estaba con ella. ¡Tengo derecho a una explicación! -La policía se encargará de eso. Usted descanse y cuando resolvamos el caso ya le avisaremos. Me negaba a esperar. Lo único que recordaba era un concierto, una fiesta y el cuerpo de Becca. Necesitaba saber que había pasado y quien hubiese matado a mi amiga se merecía podrirse en la cárcel. Y estaba decidida a enviarle yo misma. Desde eso momento sabia que las cosas no se quedarían así.
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