Si lo piensas, todo está en orden. Todo es como debe ser y todo es por alguna razón; vemos el Sol salir, porque la Tierra gira, y esta lo hace por la existencia de la gravedad. Y a mí me gustaba mentirme a mí mismo diciéndome que mi vida tenía el mismo equilibrio que el planeta en el que vivo desde hace diecisiete años. Mi vida mantiene el mínimo equilibrio que posee, gracias a la existencia de la persona que menos valoré cuando más necesitaba.