Pero después de un viaje a china con sus dos mejores amigos Pichit y Otabek, Yuuri recibe una maldición que hará que toda su vida se vea afectada y al regresar a su casa tendrá que enfrentar las consecuencias de tal maldición, mientras intenta que nadie más (a parte de sus amigos) se entere. Pero ¿podría ser esta maldición también ser una bendición? ¿Podría sacarle provecho y tratar de cumplir su sueño de una vez por todas? O ¿Solo se convertirá en la vergüenza de su familia? ---- Los personajes no me pertenecen son propiedad de Mitsurou Kubo y Sayo Yamamoto.