PRÓLOGO Zoren se quedo mirando la última gota de agua caer. Le habían arrebatado todo. A su madre Hayden, a su hermana Georgette y a su padre, Marcus. Se había quedado llorando por lo menos una hora. La guerra estaba por empezar y no había tiempo para albergar sentimientos, Cazir se lo había dicho: "La supervivencia es primero, Zoren. Los sentimientos no tienen lugar en este frío mundo. Si quieres llegar hasta el final, tendrás que pensar en lo que verdaderamente quiere tu mente. No tu corazón" La raza humana se estaba preparando para una guerra contra un enemigo mortal. Los Goddracks. -Estos monstruos se caracterizan por ser hermosos-había dicho Cazir, su maestro de arte en el combate- pueden transformarse en su mayor anhelo, los atraerán y justo cuando caigan en sus garras, los devorarán. Los seres humanos no tenían tiempo que perder, habían reclutado a jóvenes desde los 15 hasta los 23 años, de todas partes del mundo, la raza joven podía ser un arma de doble filo si se adiestra bien, pero los Goddracks saben que sólo basta una pizca de astucia para hacer sucumbir a un guerrero. Pero Zoren no era así. Le habían arrebatado lo que más había querido: su familia. Era así como los atraían, a los reclutados. Secuestraban lo que más querían y los amenazaban. Zoren tenía solo 17 años, pero era bastante ágil. Sin embargo, ¿Podrá resistirse a sus verdaderos sentimientos?