«Oh, oh, be my baby, I'll look after you»
Mientras The Fray son deleitaban con su voz, los dos nos dimos cuenta de que las palabras sobraban. Miré fijamente a esos ojos azules que me observaban con cariño. Él se levanto y me ofreció la mano. Sabía lo que iba a pasar, me obligaría a bailar en medio de la habitación. Me agarré a su brazo lleno de tatuajes con fuerza y nos movimos al compás de la música. Colocó sus manos con delicadeza en mi cintura mientras que las mías estaban alrededor de su cuello, aferrándome a él, asegurándome que nunca se iría.
En ese momento, con nuestra canción de fondo, me di cuenta de que aquel hombre había cumplido su promesa, había ciudado de mí.