Cruzando el País del Faro, hay tres dedos dorados al principio. 1: Una puerta espacio-temporal que puede viajar a través del mundo. 2: Un espacio portátil infinito que puede almacenar cualquier cosa. 3: Capacidad de intercambio equivalente, sacrificando cualquier cosa se puede obtener el mismo regalo. Cuando Rhodes cruzó la puerta espacio-temporal y exploró este mundo desconocido, descubrió que muchas cosas le eran familiares. La bella reina, Blancanieves, de piel blanca, que anhelaba convertirse en adulta. La intrigante Cenicienta, acosada por su hermana y su madrastra. Al contemplar a Caperucita Roja, vestida de seda negra y con piernas largas, frente a él, y este mundo de cuento de hadas poco serio, Rhodes se sumió en profundas reflexiones. Mostrar más