Preparatoria: sexo, amor y adicciones.

Al ver la expresión en los ojos brillosos de su padre ella lo supo, había conseguido el empleo en Atlanta. Saltó de la alegría, aunque el dolor que tenía por dentro le limitó la simple acción ponerse en pie. Estaba shockeada, tiritaba, sentía que el clima se volvía denso y frío, a pesar de hacer 30 grados afuera parecía que estaba en su jardín cuando salía a las tempranas horas de la madrugada a disfrutar del clima helado que tanto le gustaba. Su madre y padre se besaron apasionadamente, se notaba el amor que se tenían, algo que Sarah no consideraba capaz de conseguir, ya había tenido muchas decepciones. Había dado cada pequeña parte de ella en cuerpo y alma. Sin embargo, relación tras relación era usada. Ni ella, ni su cuerpo eran igual que hace seis meses. Cuando conoció a Fran, un galán de ojos verdes y cabello marrón, tes morena y cuerpo esculpido. Realmente lo que toda chica quería y deseaba. Un chico de revistas, que había sentido interés en Sarah, pero no uno amoroso, sino de su cuerpo, de su figura, de sus curvas, solo le importaba el sexo. Ella se lo dio, le dio todo para que nunca se alejara de su lado, pero cuando no hubo más que pudiera quitarle el se fue. Ella sin ninguna duda no era la misma, su alegre mirada se había convertido en unos ojos hinchados como higos por noches donde no podía dormir y los recuerdos volvían. No podía ni tocar su cama, donde ella y Fran habían tenido sexo numerosas veces. Un sexo sin sentimientos por parte de él y uno completo de amor por parte de ella. Sin embargo recapacitó, irse a Atlanta significaba un nuevo comienzo, iniciaría en la preparatoria Austin Hill. Aquel lugar que no olvidaría nunca, donde una Sarah 2.0 apareció. Donde el alcohol se volvió su mano derecha, el sexo en una actividad diaria y las amistades en fiestas sumadas a adicciones de todo tipo. La llamarían zorra, perra, fácil, pero ella se sentiría orgullosa de eso, se convirtió en Fran, más bien su versión femeni