Tal es mi agrado escribir mi vida en prosa y mayor contento plasmar mis rimas como en rosa. Siendo ésta mi primera obra fruto de mis sienes doradas y de mis noches de desvelos, no socumbo al temor de hallar inciertos. No he encontrado mayor placer en las letras ni mayor descripción del amor como lo hace el ingenio. Veíase de mi alma una luz incandescente que me aguardaba y me invitaba al sendero donde mis pies descalzos guiados por tal luz prosiguieron, y encontré el paraíso que se guarda para aquellos que dejando la monotonía se aventuran hacía otra vida. Vida puedo decir que hay en mis rimas, y en cada una de ellas una esperanza, una llama viva, un noble empeño, una cierta sonrisa. Cuando un amparo es bien dado se doblega el gusto y en hogar se transforma dicho amparo. Como las aves vuelan por el azul del cielo vuela mi alma en cada verso, encontrando en ello el futuro cierto. Diríjase en la ruta no muy andada mi alma aventurera y encuentre la melodía entonada por la inspiración a plena. Autor: Yording Alberto Rayo Torrez