Reaching Out for a Star

Ella no era bonita y no lo inspiraba a escribirle nada. No era ni siquiera tan interesante como para verla dos veces en el primer encuentro. No había nada especial en su rostro ni en toda ella. Sin embargo, Adam aprendió que aquello que lo había atraído estaba tan oculto como sus propios secretos y la razón por la que la quería a su lado.