Victoria creció tan rápido que ni cuenta se dio de ello. Juzgando a los demás sin conocerlos, protegiendo su corazón por una mala experiencia que tiempo a tras ocurrió. Estaba aterrada aunque no lo gritara, no lo demostraba por qué tenía que cuidar y enseñar a su pequeña hermana. Elizabeth era atormentada por la culpa y las cicatrices que la marcaban, siempre le recordaban aquella historia triste, aquel trágico y doloroso día, que marco una gran parte de su vida. Un corazón noble escondido tras una máscara de arrogancia. Una mente siempre centraba que nunca se desconcentraba. Un sentimiento que poco a poco se agrandaba. ¿Llegara hacer real? O ¿solo será una simple ilusión? La vida da tantas vueltas que es casi imposible asegurar lo que ocurrirá mañana.