La realidad de una esquizofrénica es abandonada para crear un mundo paralelo, donde se es feliz con todas las voces que escuchan. Los mundos ficticios que crean cada una de sus voces siempre son mejores que la realidad en la que vivía, por eso Lauren Jauregui quiso quedarse para siempre en el mundo ficticio de la última voz que escucho. En este último mundo, Lauren era feliz, su voz era feliz, y si su voz era feliz, Lauren se quedaría a ver como era feliz. Pero la esquizofrenia puede ser causante de muerte, entonces debía de ser tratada antes de que el enfermo se hartara de escuchar tantas voces; pero Lauren Jauregui no quería que sus voces desaparecieran, no quería matarlas, porque muriendo todas ellas, Lauren también lo haría, no podía vivir en el mundo de la realidad, no podía tener una vida sin otras alternas; Lauren Jauregui era felices con todas sus voces, lástima que las enfermeras y su familia no lo vieron nunca así. Lauren no distinguía sus mundos ficticios de la realidad, por eso quedo encantada con su última voz, que parecía tan real, pero al mismo tiempo parecía otra creación de su mente.