Todo principio tiene su fin. Toda historia bonita, su parte mala. ¿El responsable de esto? El karma. Ese que puede hacer que las cosas vayan de mejor a peor, o incluso de peor a mejor. Este último es nuestro caso. La vida de una pobre chica, viviendo en la miseria y de cualquier manera, cambia radicalmente debido a la muerte de alguien cercano. El amor va de la mano del karma.