Ella no lo sabía, no tenia idea de cuanto daño le hacia soñar cerca de el. Tomo siete días para que su rostro de muñeca perdiera la vida, que sus ojos marrones se cerraran para siempre y sus dorados cabellos perdieran su color. Para que Lucy jamas despertara. Amaba soñar y aun después de esto lo sigue asiendo. Acompañada de ese pelirosa que ni en los sueños se aparta de su lado, cumpliendo la promesa que le hizo a cambio de su vida. Juntos por siempre natsu, incluso mas allá de los sueños.