Si habláramos de Cath Curtis, de lo que hace cuando la escuela termina, de las fiestas a las que asiste, o de el cuantos novios ha tenido. No tendríamos jamás tema de conversación, puesto a que la vida de Cath, no es para nada interesante. Y sus tardes nunca han pasado de trabajar como la aburrida asistente de su madre en la aburrida panadería de esta.
Si hablásemos de la vida de Daniel Lawley, quizás encontraríamos un poco más de cosas, puesto a que el chico en ocasiones suele asistir a fiestas e incluso tiene ese equipo de natación al que debe asistir diariamente. Aunque, al hablar de el, los vagos temas de conversación serían escasos al segundo de iniciar la conversación.
Cath y Daniel, no tienen una vida interesante. La cual implica que alguno sea el capitán de el equipo de fútbol o de el de porristas. Tampoco suelen salir cada fin de semana a fiestas en las cuales terminan besándose con desconocidos. Y mucho menos, suelen ser los más abiertos a las relaciones.
Cath y Daniel, simplemente son lo que quieren ser, sin aparentar. Así que respóndeme.
¿Qué sucede cuando se encuentran el uno al otro?
Una noche en Las Vegas cambia la vida de Nailea, cuando despierta casada con Alex Milani, un carismático piloto de Fórmula 1.
Lo que comienza como una farsa para evitar un escándalo mediático pronto se convierte en un torbellino de emociones, atracción y secretos.
Entre el brillo de los eventos de alto perfil y las sombras del pasado, Nailea y Alex deberán enfrentarse a sus diferencias y a una conexión inesperada que podría unirlos... o romperlos para siempre.