Ya era costumbre que Ann, Anne y David pasaran día y noche de viernes y sábados hablando, comiendo y estudiando para todos los exámenes que los ahogaban cada semana. Dentro de la tormenta de lectura y comida, los tres curiosos amigos deciden aventurarse en lo sexual y dejar sus virginidades antes de entrar a los 20 ¿Hay algo más bizarro que perder tu virginidad con tu amigo gay y tu amiga fanática religiosa? Un juego de miembros, dedos, lenguas y uñas, que hizo una amistad metafórica y sexualmente más dura y placentera.