Después de la enorme tragedia que sacudió la feliz vida de Vinka Stambuk, fue muy difícil para ella seguir viviendo como una adolescente corriente, sin embargo, lo logró. A dos años del accidente automovilístico que causó su novio, ella puede considerarse al fin una chica feliz nuevamente, aunque eso incluya la idea de acostumbrarse a las secuelas que él dejó en su vida. El problema retorna cuando se muda a un pequeño apartamento junto a su hermano mellizo. Llevando apenas unos días de vida independiente, comienza a enloquecer cada vez que cree ver la silueta de Niall en cada lugar al que va, e incluso alucinando con su voz, cuyo sonido creyó haber olvidado por completo. Desde ahora tendrá que vivir con el cargo de conciencia de verlo a escondidas de todo el mundo, y no entregarlo a la policía. Además de lidiar con la constante confusión que siente cada vez que él está cerca, entre el rencor que le guarda y el amor nostálgico que vuelve a sentir por él. *Se recomienda acompañar la lectura con una taza de té o café.