Christian Dunois despierta como siempre para ir a la universidad, encontrarse con sus amigos y seguramente salir con la chica que le gusta desde la secundaria. A él le encantan las cosas sencillas, aunque en lo más profundo de su ser desea que todo lo que lee fuera real, o que los dibujos que hace desde niño se hicieran reales. Y pasa cuando un simple día como los demás acompaña a sus amigos a una fiesta nocturna y queda colgado por una hermosa chica de largo cabello oscuro, y ojos azul eléctrico que al verlos te dejan hipnotizados. La chica lo observa con curiosidad y él se le acerca para bailar con ella. Las horas pasan sin que él se de cuenta y la chica en un momento lo lleva lejos de los demás. Él la sigue y en un callejón oscuro ella lo abraza, sorprendiéndolo totalmente. Hasta que ella lo mira a los ojos, esos ojos azules que él tanto lleva observando desde hace horas. Y se da cuenta de las rayas felinas que se le forman en estos. Ella le sonríe mostrando unos largos colmillos que parece imposible que pueda aguantar dentro de su boca sin romperse. -¿No querías cambiar tu vida Christian?- Dice mientras lo muerde en el cuello rápidamente, y corre fuera de allí mientras todo el cuerpo de Christian arde. Y observándose en un charco cercano, ve la marca en su cuello y cómo sus ojos verdes van cambiando hasta volverse un rojo brillante.