A veces pienso que la mayoría de cosas no tienen sentido, a veces ni entiendo como alguien puede ponerte una sonrisa en la cara y cuando te das las espalda te clava el cuchillo.
Nunca entenderé a esa clase de gente que se acostumbra a su felicidad a costa de la tristeza ajena,y cuando pasa el tiempo y la vida le ha dado la vuelta y ya no eres tú la que está feliz,si no ella, ya no te interesa nada. Ya no tienes interés en hablarla, ya no quieres verla,ya no quieres estar con ella porque por una vez,sólo por una vez a ella le va un poquito mejor que a ti.
¿Por qué tanto egoísmo? ¿Por qué no podéis alegraros de los triunfos y de la felicidad ajena? ¿Por qué tenéis que destruirlo todo?.
No siempre tenía que perder,a veces yo también quería ganar,a veces quería ser yo la protagonista y no sólo escuchar hablar a otros de sus triunfos.
Pero ya no quiero entender nada,ahora quiero ser yo la ignorante y egoísta.Porque al fin y al cabo nadie a intentado entenderme a mí, y así hemos llegado a este punto actual donde a día de hoy yo no quiero saber nada.
Y precisamente como no quiero saber nada escribo, escribo para desahogar todas las vivencias,el maltrato y dolor que ciertas personas han propinado.
Espero que sirva de ayuda para aquellas personas que sufren,han sufrido,les han roto el corazón o simplemente quieren saber que es lo que se siente desde la otra perspectiva del que sufre bullying.
Quedaos y continuad esta historia,os aseguro que os encantará.
Después de unos meses me volví a enamorar. Sofia y sus ojos verdes me hipnotizaron, me volví esclava de ella, de su forma de amar, de su bondad, de su sonrisa, de su forma de hacerme el amor. Aquella mujer de 36 años se robó mi corazón por completo.