Encendí mi cigarrillo con cierta indiferencia, intentando no reconocer el terreno a mi alrededor, pero de nuevo, fue imposible, estaba sola, en mi cuarto, podría reconocer perfectamente estas paredes, la disposición de los muebles, incluso su olor. Quisiera no hacerlo. Tocaron la puerta principal y sabía que era hora. Una noche más. Un último esfuerzo más... Una bolsa más.All Rights Reserved