Yo fui el primer presidente abiertamente gay de mi salón de tercer año. He visto a dos hombres caminar de la mano por la calle en la ciudad y escuché de parejas de mujeres que se han casado no muy lejos de aquí. Encontré a un chico a quien tal vez ame, y no he huido. Creo que puedo ser quien yo quiera ser. Todas estas cosas me dan fortaleza.