Tal vez era solo la adrenalina, tal vez solo era el deseo de sentir que el corazón se me quisiera salir del pecho, no lo sé, nunca podría justificar mi comportamiento necesitaba su compañía, la anhelaba más que a nada en este mundo. La muerte era aquello que nos separaba y yo de alguna manera necesitaba verlo. Me dijo una vez - Aférrate a la vida y ama intensamente a aquel que te ame - irónico, simplemente estúpido, aferrarme a la vida en estas condiciones pero sobre todo ¿amar?, eso no era lo mío. Con el paso del tiempo aprendí a ver las cosas desde una lado frio y oscuro y así era siempre, así será siempre, enfrentarme a lo desconocido era mi mayor pasión. Miedo a la muerte, era una frase que no cavia dentro de mi vocabulario, además, a que debía tenerle miedo, a final de cuentas ¿qué es la muerte, si la vida es una perra?