Frío, misterioso, altivo, prepotente, increíblemente apuesto, y jodidamente problemático. Ese era Alexander cuando era joven. Cuando tenía el control de todo, el mundo a sus pies y la suerte a su favor.
Inteligente, dulce, cariñosa, risueña y enigmática, esa solía ser Felicia, cuando, en su intento por descubrir un poco más de sí misma, se encontró con él. Se dijeron mentiras, se dijeron verdades, se rompieron promesas y se destrozaron corazones. Él ocultaba la mitad de su vida y ella había perdido la mitad de la misma antes de siquiera saberlo. No siempre es el más cobarde el que huye, y cuando Felicia se fue, se llevó consigo más misterios de los que Alexander puede contar.
El tiempo los separó y fue también el tiempo el que se encargó de reunirlos; sólo que esta vez, quien oculta secretos no es él, y quien lo ha perdido todo antes de darse cuenta, no es ella.
Mi chica e' modelo, Gigi Hadid
Yo sigo invicto, como Khabib
Tengo mi vida en Argentina
Tengo mi gente acá en Madrid
Franco me dice que no pare
Que, en par de meses, sueno en París