Era la típica chica que cree que tiene todos sus pies gracias al dinero, creía que con mi belleza rubia era suficiente, me sentía tan superior a los demás y aveces hasta humillaba a las personas. Era tan avara solo me interesaba el dinero y el poder, nunca creí que todo cambiaría hasta el punto de quedarme encerrada solamente en cuatro paredes. Privándome de mi libertad casi para siempre pero también aprendí a que no todo era el dinero, ni la belleza porque la verdadera belleza está en el fondo de tu alma.