Puerta del Edén

"Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás de a mi lado; tu vara y tu cayado me infundirán aliento" Salmos 23-4 La sombra del desconcierto cubre con su ala oscura la soledad que los abruma, dentro de un diminuto refugio, como dos lobos hambrientos asediando a cada esquina. Él se encuentra aterrado, desconcertado, a la espera del juicio final a tanto el divino Padre busca adoctrinarlo. "Y adoraron al dragón que había dado la potestad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá luchar contra ella?" Apocalipsis 13-4