Aquella niña que creció, y descubrió que no, que los verdaderos monstruos no estaban bajo su cama, tampoco dentro de su armario, los peores, estaban dentro de ella. Y así fue como dejaría de temer a la oscuridad, para empezar a temerse a sí misma, a sus propios monstruos. Aquí, ella escribe sobre cada uno de sus monstruos, así que si has llegado hasta aquí, te invito a quedarte, leer un poco, Y si quieres, dejar tu opinión.
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