"Yo, la escritora, traigo a ustedes mi nuevo libro, este es su protagonista, su nombre es -¡No soy el protagonista!- Dijo el chico pelirrojo nervioso -¡Y no estoy nervioso!
¿Vas a hacer esto de nuevo? -Me dirigí a mi personaje.
-Yo no soy tu personaje.
Finalizó y se alejó caminando entre las páginas en blanco, derramando tinta negra a su paso.
-¡Quieres dejar de narrar todo lo que hago!
Ese es mi trabajo, como escritora y narradora, lo siento -Intenté calmar a nuestro rebelde protagonista, por cierto llamado -
-No digas mi nombre. -Interrumpe -Cualquier nombre que tú me quieras dar no es mi nombre.
Por supuesto que sí, yo te estoy creando, además, ¿a dónde crees que vas? Tengo una historia épica que escribir, será la mejor de mis historias y tú serás el protagonista. -Dije esta vez de manera más firme.
-Ya te lo dije, no quiero ser el protagonista de esta historia. ¿No puedo ser uno de esos que son asesinados al principio? ¿O el que sólo aparece a la mitad de la trama para decirle algo al protagonista y no volver a aparecer?
No, claro que no puedes -Tomé su brazo y me manche de tinta las manos.(...)"
En esta historia se rompe la cuarta pared y se exponen las ideas, miedos, experiencias y nostalgias de una joven escritora que comienza a escuchar las sugerencias de su personaje para escribir su libro, pues ella se encuentra pérdida en una crisis y en blanco.
COMPLETA
#1 en ciencia ficción
#1 en alfa
#1 en young
#1 en acción
#1 en licantropos
#1 en peligro
#3 en ciencia ficción
#1 en amor prohibido
#3 en amor prohibido
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NOVELA ROMÁNTICA DE HOMBRES LOBO.
-Eres mía -explica con voz aún suave.
Quiero abofetearlo por decirme eso de nuevo.
-¡No, no lo soy! -estallo soltando su rostro, poniéndome ambas manos en las caderas y encarándolo.
Esta es la conversación más absurda de la historia. Él parece admirar mi cambio de comportamiento y estudiarme con la mirada. Esa sonrisa engreída vuelve a sus labios, y por primera vez, la deja algo de tiempo en ellos. No puedo evitar mirar sus dientes. Son blancos. Muy blancos. Y la curva que forman su boca, mitad sardónica y mitad atractiva.
-Aún no te has dado cuenta -me sonríe.
Y su respuesta corporal me distrae. Lo veo levantarse y pasarse una mano por su oscuro y brillante cabello. Luego me mira de arriba abajo con alevosía, haciendo que quiera retroceder un paso.
-Date un baño y baja a comer algo. Te estaré esperando. Voy a dejarte hacer ambas cosas sola y si necesitas ayuda llamaré a una sirviente, pero como trates de huir, te las verás conmigo y esta vez no seré amable.
Hay peligro en la forma en la que acaricia las últimas palabras, y hay algo salvaje y místico en su rostro cuando sale de la estancia y cierra la puerta tras de si. No sé cómo se las ha apañado, pero ha calmado mi llanto y mi miedo a pesar de que no logro creerme del todo su explicación.
Me quedo mirando el fuego de la chimenea y repaso mis opciones. Han atacado el castillo. Han matado a mi padre o al menos lo han hecho desaparecer. Quiero agarrarme a la posibilidad de que aún esté con vida y de volver a verlo, pero sigo centrándome en lo que ha ocurrido. Me han secuestrado. Me han traído a una torre alta y me han encerrado. Y por si eso fuese poco, estoy a merced del hombre más apuesto que he visto en toda mi vida, pero también el más pel