Ella se llama Angie, un ángel de la guarda. Al cumplir 17 años, como todo ángel de la guarda, baja al mundo humano a cumplir su cometido: proteger a Erick Griffin de un mundo lleno de oscuridad. Después de observarlo desde arriba toda su vida, al fin puede estar con él, en su mundo. Pero tiene que seguir las reglas: no puede decirle que es un ángel, no puede decirle te quiero mientras que él no sepa su verdadera identidad y aún menos puede tener sus alas. Él: un chico misterioso. Ella: un hermoso ángel.