Dicen que los príncipes azules existen, pues bien, yo nunca vi un pitufo. Ni Chloé ni Daniel se han enamorado nunca, viven aislados de eso que llaman amor, piensan que nadie estuvo nunca enamorado, hasta, que, claro, el mundo se les cayo a los pies al conocerse. ¿Será cosa de cupido? ¿O simples casualidades que ocurren en ambas vidas? Cuidado, el fuego, quema, pero también atrae.