Mi pequeña princesa

Alán, ¿Recuerdas aquella noche de verano, en la que jurabas que era lo mejor que te había pasado y lamentabas eternamente no poder gritarlo a los cuatro vientos? Bueno, esa noche, además de prometerme amor eterno, dijiste lo buena escritora que era, y aunque sigo pensando que sólo lo dijiste por cortesía, me hiciste prometer que escribiría nuestra historia de amor para que así, el mundo entero la conociera y fuera el permanente recordatorio de lo bueno que era tenerme a tu lado.
Hoy, después de tres años de esa promesa, me he propuesto cumplirla. Respetaré el título que le has creado, aún y cuando los lectores les parezca un poco egocéntrico. Además, debo advertirte que lo que estás a punto de leer no es nada parecida a la ridícula historia que inventaste y no te cansabas de contarme.
Admito que por mucho tiempo me debatí si esto era buena idea. Sin embargo, Paula insistió diciendo que no había nada más liberador que contar todo, hasta el más mínimo detalle, para dar un cierre completo y poder iniciar de nuevo.
Atentamente.
"Tu pequeña princesa".

Basada en una historia real