El sueño de ser una estrella en la música no tenía más sentido que para Patricia Humbolt, la música es su vida, su forma de describir sus sentimientos por medio de notas y un sinfín de partituras. Entrar a una academia era su mayor objetivo para aprender música al nivel profesional y al fin dedicarse a ello. El amor no forma parte de sus planes por considerarlo como un obstáculo, exigente de tiempo y atención, cosas que en su vida no existen, todo tiene sentido, no, hasta que esta tan preciada institución se vuelve todo un torbellino de emociones y momentos que desequilibraran su mundo tan controlado.