-¿Crees en la magia?- me preguntó mientras me ayudaba a escapar por la ventana. -Creo que el amor es magia.-digo dandole mi mano para no perder el equilibrio. -Esta bien, pues en ese caso no me dejes de amar, nunca, porque no sabría sobrevivir sin magia.- me mira fijamente a los ojos. Y es hay, en ese instante donde sin darme cuenta se que he perdido completamente la cabeza por ese hombre.