Historias de crueldad y desesperación que se vivieron durante el holocausto judío de la época de la Alemania nazi, se pueden contar por miles. Esta es una historia más en la que se palpa el amor y la fraternidad de la familia. La máxima prueba de amor se da al entregar la vida misma por el ser querido. Y debido al corto tiempo con que sé cuenta estas ofrendas se repiten una tras otra para finalmente agolparse en un sentimiento de odio que se escapa sin freno dejando a un lado el amor, la fraternidad, el perdón y la convivencia entre seres humanos. Incitados por esa furia y a la vez por ese amor las desgracias cobran vida. La furia que se recarga en cada pérdida de un ser querido. El destino está marcado no hay más nada que decir o hacer ya sea antes o después. Pero sólo resta esperar y morir Interesante profunda y reveladora historia que no te puedes perder. Fue una historia que hice para la clase de historia pero me gustó mucho, es corta. Espero que la disfruten tanto como yo. NO me hago responsable de corazones rotos, la vida es cruel y cruel es bueno.