-¿Enamorarse? No, no es un sentimiento propio de mi, puede ser por el hecho de que nunca haya estado enamorada o el simple hecho de que amo el romance pero soy consciente que el hombre perfecto y el amor adolescente solo se encuentra en los libros, o eso es lo que la vida me ha enseñado. -Pero...-lo interrumpo violentamente -Bueno, como sea, amo el amor, sin embargo desconozco el sentimiento y es probable que nunca encuentre a la persona indicada como para enamorarme, es más, puede que nunca conozca el sentimiento. Pero estoy bien puedo vivir con eso-digo con la mejor de mis sonrisas. -Puedo apostar una tostada francesa y un café a que algún día te vas a enamorar- dice. -Nunca va a suceder... pero cuando me enamore... te la daré Tom- digo comiendo un poco de mi tostada. -¿Prometido?- dice extendiendo su dedo meñique. -Prometido-digo entrelazando nuestros dedos- mejor espera sentado, nunca me voy a enamorar. -¿Segura?- dice soltando mi dedo. -Segura... -Y... ¿Si yo hago que lo experimentes?- dice él. -Cállate de una vez Tom- digo divertida.